
Caldero de Doulas
Bienvenidas a la Modalidad Combinada 2026 - NUEVO ESPACIO!
Desliza
La formación propone una modalidad combinada que integra la presencialidad ritual del Círculo con la profundización teórica y reflexiva de los encuentros virtuales.
Esta combinación potencia el aprendizaje porque permite sostener procesos vivenciales, comunitarios y encarnados, manteniendo el hilo de la trama colectiva incluso cuando cada participante está en su territorio.
Esta formación respira entre dos mundos:el del encuentro corporal, ritual y sensible, y el del encuentro virtual, donde la palabra y la reflexión se entrelazan a la distancia. La modalidad combinada es una forma de cuidar el ritmo de los procesos, de no perder el pulso entre un círculo y otro. En lo virtual compartimos teorías, historias y preguntas; en el círculo , tejemos la memoria y el presente.
En los espacios presenciales, el movimiento poético nos devuelve la voz del cuerpo, y en el acuerpamiento del relato encontramos la fuerza de lo común.En los encuentros presenciales, el cuerpo y el movimiento poético se vuelven herramientas de pensamiento, de memoria y de acompañamiento. Allí, en el acuerpamiento del relato, se teje lo común y se repara la historia. Este espacios permiten elaborar colectivamente aquello que es común a todas
En los espacios virtuales, seguimos hilando ideas, lecturas y pensamientos que amplían lo vivido y lo nombran. En los encuentros virtuales por Zoom, se abren espacios para la formación teórica y el intercambio de saberes, abordando ejes como la ética feminista del acompañamiento, los estudios de género, las miradas interculturales y los misterios de la sangre.
Así, el recorrido se vuelve una danza entre territorios y pantallas, entre teoría y práctica, entre lo íntimo y lo colectivo. Una experiencia donde aprender, cuidar y recordar suceden al mismo tiempo. Esta alternancia entre lo colectivo y lo territorial, lo ritual y lo académico, permite una experiencia formativa más amplia y sensible, donde cada instancia nutre a la otra. La virtualidad sostiene el vínculo y amplía las voces; la presencialidad ancla el proceso en el cuerpo y en la comunidad

